Nuestro corazón, el motor de la vida, es un órgano extraordinario y vital que merece nuestro mayor respeto y atención. Sin embargo, a menudo se enfrenta a un enemigo silencioso y potencialmente mortal: el riesgo cardiovascular. Queremos desde Farmacia Moreo explicar en detalle esta importantísima materia relacionada con nuestra salud, explorando los principales factores de riesgo cardiovascular, cómo se mide y cómo se interpreta este riesgo. Vamos a ello 👇.
Explicando el Riesgo Cardiovascular
El riesgo cardiovascular se refiere a la probabilidad de que una persona desarrolle una enfermedad cardiovascular en un tiempo determinado, generalmente los próximos 10 años. Las enfermedades cardiovasculares comprenden un conjunto de trastornos que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, entre ellos la enfermedad coronaria, la enfermedad cerebrovascular, la enfermedad arterial periférica y otros.
Estos trastornos pueden desencadenar eventos catastróficos como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, a menudo sin previo aviso. Por eso, es de vital importancia conocer y entender nuestro riesgo cardiovascular para poder actuar de manera preventiva.
Factores de Riesgo Cardiovascular
Los factores de riesgo cardiovascular son características o condiciones que aumentan la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Estos factores se dividen en dos categorías principales: factores de riesgo no modificables y factores de riesgo modificables.
Factores de riesgo no modificables
Estos factores son aspectos de nuestra vida que no podemos cambiar. Incluyen la edad (el riesgo cardiovascular aumenta con la edad), el sexo (los hombres tienen un riesgo mayor que las mujeres, aunque esta diferencia se reduce con la edad), y la herencia genética (si tienes antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, tu riesgo puede ser más alto).
Factores de riesgo modificables
Estos son aspectos que podemos controlar y cambiar para disminuir nuestro riesgo cardiovascular. Entre ellos se encuentran el tabaquismo, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia (niveles altos de colesterol en sangre), la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, una dieta no saludable y el consumo excesivo de alcohol.
Cada uno de estos factores aumenta el riesgo cardiovascular, y la presencia de varios de ellos puede multiplicar el riesgo de forma exponencial.
Tabaquismo
El tabaco es una de las principales causas evitables de enfermedad y muerte prematura en el mundo. Fumar daña las paredes de los vasos sanguíneos, lo que aumenta la probabilidad de formación de placas de ateroma, es decir, depósitos de grasa que obstruyen las arterias y pueden dar lugar a eventos cardiovasculares.
Si estás pensando en dejar de fumar, en Farmacia Moreo tenemos un servicio de Deshabituación Tabáquica, para aconsejaros y ayudaros en este proceso.
Hipertensión Arterial
La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa que puede dañar el corazón y los vasos sanguíneos durante muchos años antes de que se produzcan síntomas. Una presión arterial alta hace que el corazón tenga que trabajar más para bombear la sangre, lo que puede debilitarlo y llevar a un infarto o a un accidente cerebrovascular.
Hipercolesterolemia
El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en la sangre. Aunque se necesita una cierta cantidad de colesterol para el funcionamiento normal del organismo, tener un nivel de colesterol demasiado alto puede causar la formación de placas de ateroma, que pueden estrechar o bloquear las arterias y causar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo utiliza la glucosa, un azúcar que es la principal fuente de energía del organismo. Las personas con diabetes tienen un riesgo cardiovascular más alto debido a que la glucosa alta en sangre puede dañar los vasos sanguíneos y el corazón.
Sobrepeso y Obesidad
El exceso de peso y la obesidad son factores de riesgo importantes para las enfermedades cardiovasculares. Estas condiciones pueden conducir a la hipertensión arterial, la diabetes y la hipercolesterolemia, aumentando de esta forma el riesgo cardiovascular.

Sedentarismo
La falta de actividad física es otro factor de riesgo cardiovascular. El ejercicio regular puede ayudar a controlar el peso, reducir la presión arterial, mejorar los niveles de colesterol y fortalecer el corazón y los vasos sanguíneos.
Dieta No Saludable
Una dieta rica en grasas saturadas, grasas trans y sal, y pobre en frutas, verduras y granos integrales, puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, una dieta saludable puede ayudar a controlar el peso, la presión arterial y los niveles de colesterol.
En Farmacia Moreo disponemos de un servicio de Consulta Nutricional a cargo de una nutricionista titulada para ayudarte a conseguir tus objetivos nutricionales.

Consumo Excesivo de Alcohol
El consumo excesivo de alcohol puede elevar la presión arterial, aumentar el nivel de triglicéridos (un tipo de grasa en la sangre), contribuir al sobrepeso y provocar arritmias cardíacas.
Cálculo y Interpretación del Riesgo Cardiovascular
Existen varias herramientas para calcular el riesgo cardiovascular. Una de las más utilizadas es la fórmula de Framingham, que combina los factores de riesgo cardiovascular para predecir la probabilidad de sufrir un evento cardiovascular en los próximos 10 años.
La interpretación del riesgo cardiovascular puede ser compleja, ya que implica considerar una serie de factores y sus interacciones. Por lo tanto, siempre debe ser realizada por un profesional de la salud.
En general, el riesgo cardiovascular se clasifica en 3 categorías:
- Bajo riesgo (menos del 10%)
- Riesgo intermedio (10%-20%)
- Alto riesgo (más del 20%)
Estos porcentajes indican la probabilidad de sufrir un evento cardiovascular en los próximos 10 años.
Un riesgo bajo sugiere que es poco probable que sufras un evento cardiovascular en los próximos 10 años. Un riesgo intermedio indica que debes empezar a prestar más atención a tu salud cardiovascular. Un riesgo alto significa que debes considerar hacer cambios significativos en tu estilo de vida y buscar la orientación de un profesional de la salud.

El papel crucial de tu farmacéutico en el control del riesgo cardiovascular
El control del riesgo cardiovascular es un esfuerzo multidisciplinario que requiere la participación de varios profesionales de la salud. Uno de los actores más importantes en este escenario es, sin duda, el farmacéutico. A menudo, el farmacéutico es la primera línea de defensa y un recurso accesible para los pacientes en el manejo del riesgo cardiovascular.
Asesoramiento sobre medicamentos
La gestión eficaz de las enfermedades cardiovasculares a menudo requiere la administración de medicamentos recetados. Los farmacéuticos tienen el conocimiento y la formación necesaria para proporcionar asesoramiento experto sobre estos medicamentos, incluyendo cómo y cuándo tomarlos, los efectos secundarios potenciales, las interacciones medicamentosas y cómo estos medicamentos ayudan a controlar el riesgo cardiovascular.
Al tomar los medicamentos correctamente, los pacientes pueden mejorar significativamente su pronóstico y calidad de vida.

Educación sobre estilos de vida saludables
Los farmacéuticos no sólo proporcionan orientación sobre medicamentos, sino que también pueden educar a los pacientes sobre estilos de vida saludables que contribuyen al control del riesgo cardiovascular. Pueden proporcionar asesoramiento sobre la dieta, la importancia de la actividad física regular, el control del peso, la cesación del tabaquismo y el consumo moderado de alcohol, todos los cuales son factores importantes en la gestión del riesgo cardiovascular.
Control de los factores de riesgo
Muchas farmacias ofrecen servicios de control de los factores de riesgo cardiovascular, como la medición de la presión arterial, la glucosa en sangre y los niveles de colesterol. Este tipo de controles regulares pueden ayudar a los pacientes a mantener un seguimiento de su salud cardiovascular y a detectar cualquier problema potencial antes de que se convierta en una condición grave.
Adherencia al tratamiento
El farmacéutico juega un papel crucial en el fomento de la adherencia al tratamiento, es decir, en asegurarse de que los pacientes tomen sus medicamentos de la forma prescrita. La falta de adherencia es un problema común que puede conducir a un control inadecuado de la enfermedad y a un aumento del riesgo de eventos cardiovasculares. Los farmacéuticos pueden trabajar con los pacientes para identificar cualquier barrera para la adherencia y encontrar soluciones que se ajusten a sus necesidades y estilos de vida.
Revisión de medicación
Los farmacéuticos pueden revisar la medicación de los pacientes para asegurarse de que todos los medicamentos que están tomando son seguros, efectivos y necesarios. Pueden detectar problemas como duplicidades terapéuticas, interacciones potencialmente peligrosas y medicamentos que pueden aumentar el riesgo cardiovascular. También pueden hacer recomendaciones para ajustar la terapia en base a las necesidades individuales de cada paciente.
Conclusión
Como veis, el farmacéutico es un recurso valioso en la gestión del riesgo cardiovascular. Con su formación y conocimientos, podemos ayudar a los pacientes a entender y manejar sus condiciones, proporcionando asesoramiento experto y apoyo continuo. Al colaborar estrechamente con los pacientes, contribuimos significativamente a mejorar la salud cardiovascular y a prevenir enfermedades graves.
No subestimes el papel de tu farmacéutico en el control de tu riesgo cardiovascular: su consejo y experiencia pueden ser de vital importancia en tu viaje hacia la salud del corazón.

Farmacéutico, especialista en cosmética y técnico en ortopedia.
Gerente en Farmacia Moreo