En el mundo vertiginoso de las redes sociales y los estándares de belleza idealizados, la piel perfecta se ha convertido en una obsesión para muchos jóvenes. Sin embargo, detrás de la búsqueda incansable de la perfección cutánea, se esconde una preocupación genuina por la salud de la piel y el bienestar emocional de nuestros jóvenes.
La presión implacable para cumplir con los estándares de belleza impuestos por las redes sociales puede tener consecuencias devastadoras para la autoestima y la salud mental de los adolescentes. El bullying relacionado con la apariencia física, amplificado por el alcance viral de las plataformas digitales, puede dejar cicatrices emocionales profundas y duraderas en aquellos que son objeto de él.
En este contexto, la cosmeticorexia, o la obsesión por lograr una piel perfecta a través del uso excesivo de productos cosméticos, surge como una preocupación legítima. Si bien el autocuidado y la atención a la piel son importantes, es crucial abordar esta obsesión desde una perspectiva de salud integral.
Es fundamental educar a los jóvenes sobre la importancia de una rutina de cuidado de la piel equilibrada y basada en la salud. En lugar de perseguir una piel impecable a toda costa, debemos promover la aceptación de la diversidad y la belleza natural en todas sus formas. Fomentar una cultura de respeto y empatía en las redes sociales puede ayudar a contrarrestar los efectos dañinos del bullying y la presión estética.
Además, es esencial que los jóvenes comprendan los riesgos asociados con el uso excesivo de productos cosméticos, como irritación, sensibilidad y daño a largo plazo para la piel. Alentar hábitos de cuidado de la piel saludables y proporcionar recursos para obtener información confiable sobre productos y prácticas de cuidado de la piel puede ayudar a mitigar los efectos negativos de la cosmeticorexia.
¿Qué puede hacer familiares y amigos?
Los familiares y amigos también pueden desempeñar un papel crucial en el apoyo a los jóvenes en su búsqueda de una piel saludable y en el manejo de las presiones relacionadas con la apariencia física y las redes sociales. Aquí hay algunas formas en que pueden ayudar:
Fomentar una comunicación abierta: Crear un ambiente donde los jóvenes se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones y experiencias relacionadas con su piel y su bienestar emocional. Escuchar activamente y mostrar empatía puede marcar la diferencia.
Promover una imagen corporal positiva: Enfatizar la importancia de valorar la belleza interior y la diversidad en lugar de adherirse a estándares de belleza poco realistas. Elogiar los logros y cualidades personales en lugar de centrarse exclusivamente en la apariencia física.
Brindar apoyo emocional: Estar ahí para ofrecer consuelo, aliento y apoyo emocional cuando los jóvenes enfrenten dificultades relacionadas con su piel o la presión de las redes sociales. Validar sus sentimientos y ayudarles a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables.
Promover hábitos de vida saludables: Animar a los jóvenes a mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, sueño adecuado y manejo del estrés. Estos hábitos pueden contribuir a la salud de la piel y al bienestar general.
Buscar ayuda profesional si es necesario: Reconocer cuándo es necesario buscar ayuda profesional, ya sea de un dermatólogo para problemas de la piel o de un terapeuta para abordar preocupaciones emocionales más profundas. Apoyar a los jóvenes en la búsqueda de recursos y tratamientos adecuados.
Enseñar habilidades de navegación en línea: Educar a los jóvenes sobre el uso responsable de las redes sociales y cómo filtrar la información negativa o perjudicial. Fomentar un uso consciente de las redes sociales y promover la autoestima independientemente de los estándares externos.
Modelar una actitud positiva hacia uno mismo: Ser un modelo a seguir al mantener una actitud positiva hacia uno mismo y mostrar confianza en la propia apariencia y habilidades. Los jóvenes aprenden mucho observando el comportamiento de sus familiares y amigos cercanos.
¿Qué podemos hacer los farmacéuticos?
Desde la oficina de farmacia, los farmacéuticos pueden desempeñar un papel fundamental en la promoción de la salud de la piel y en el apoyo emocional de los jóvenes. Aquí hay algunas medidas que pueden implementar:
Educación sobre el cuidado de la piel: Organizar sesiones educativas y charlas informativas para jóvenes sobre la importancia de un cuidado adecuado de la piel, destacando la necesidad de una rutina equilibrada y saludable.
Asesoramiento individualizado: Ofrecer asesoramiento personalizado sobre productos y prácticas de cuidado de la piel, teniendo en cuenta el tipo de piel y las necesidades específicas de cada individuo.
Promoción de productos seguros y eficaces: Seleccionar cuidadosamente productos cosméticos y para el cuidado de la piel que sean seguros, efectivos y adecuados para la piel joven, y ofrecer recomendaciones basadas en la evidencia científica.
Detección temprana de problemas de la piel: Estar atentos a signos de problemas de la piel, como acné severo o dermatitis, y proporcionar orientación sobre el tratamiento adecuado o la derivación a un dermatólogo si es necesario.
Apoyo emocional: Ofrecer un espacio seguro y confidencial donde los jóvenes puedan expresar sus preocupaciones relacionadas con la apariencia y recibir apoyo emocional.
Colaboración con otros profesionales de la salud: Trabajar en colaboración con otros profesionales de la salud, como dermatólogos, psicólogos y trabajadores sociales, para ofrecer una atención integral y holística a los jóvenes.
Conclusion.
La cosmeticorexia representa una preocupación legítima en la era digital, donde la presión por alcanzar estándares de belleza irreales y la influencia de las redes sociales pueden tener un impacto significativo en la salud emocional y física de los jóvenes. Si bien el autocuidado y la atención a la piel son importantes, es crucial abordar esta obsesión desde una perspectiva de salud integral, promoviendo una imagen corporal positiva y fomentando la aceptación de la diversidad y la belleza natural.
Los farmacéuticos, familiares, amigos y otros profesionales de la salud tienen un papel fundamental que desempeñar en la educación, el apoyo emocional y la promoción de hábitos de vida saludables entre los jóvenes. Al trabajar juntos, podemos crear un entorno en el que los jóvenes se sientan seguros, valorados y libres de presiones irracionales, cultivando así una generación de individuos seguros de sí mismos y capaces de celebrar su singularidad y belleza interior. En última instancia, la cosmeticorexia nos recuerda la importancia de priorizar el bienestar emocional sobre los estándares de belleza externos y de promover una cultura de aceptación y respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
Farmacéutico, especialista en cosmética y técnico en ortopedia.
Vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza.
Gerente en Farmacia Moreo.